ALGUN DIA TENÍA QUE SER LA PRIMERA VEZ
Elpozo Murcia 4- Benicarló 5
Es un fastidio perder partidos, pero como se pueden perder cosas peores e irreemplazables (por ejemplo la vida misma), tampoco vamos a hacer una tragedia. Y además, como el que no se consuela es porque no quiere, si nuestro objetivo, tal y como están las cosas, es intentar sustraerle a nuestros estimados vecinos cantonales la segunda posición (la primera parece ya para los subcampeones de Europa, pues fueron los únicos que puntuaron del triplete de cabeza gracias a un fastuoso empate a cero en Segovia), las espadas siguen en todo lo alto para el enfrentamiento fraticida del próximo domingo. Tres puntos en juego, que son exactamente los que nos sacan a día de hoy (tras su tropiezo en Castellón por 5-1).
En cuanto al partido, creo que ya lo he reseñado en comentarios anteriores, pero ¡hay que ver que mal se nos está dando empezar ganando los partidos! Nuevamente comenzamos ganando y terminamos perdiendo el partido. Pero es que tampoco se nos están dando bien los árbitros... aunque ese es un mal endémico en el Palacio desde hace ya una eternidad. ¿Qué les pasa a los fulanos estos que nos envían para "arbitrar"? ¿les debemos algo? ¿qué insultos les dedicamos que no les dediquen en otros campos? Porque pegarles, que yo sepa, aún no les hemos pegado, ¿cómo vas a pegarle a alguien porque se equivoque sin querer? Bastante tienen los pobres que no saben de qué va esto del fútbol sala. ¡¡Pues, leche, que se dediquen a arbitrar partidas de parchís!!.
Como iba diciendo, el primer gol de la tarde (bueno, más bien del mediodía, porque, otra vez más y ya van demasiadas la tele se inventa otro horario: las cuatro de la tarde del sábado, ¡si les jode transmitir futbol sala que nos lo digan y se dejen de marearnos con gilipolleces televisivas! ¿para qué testículos tienen una cadena específica de deportes? ¿para transmitir las apasionantes regatas que tan populares son en nuestro país de cuarenta millones de potentados?), fue de Joel, tras un fabuloso control y un perfecto zapatazo cruzado, justo premio al mayor dominio, a los 12 minutos de juego. Benicarló aguardaba la ocasión para salir a la contra y cuatro minutos después, nos clavó el empate el escurridizo Parrel, en lo que era su segunda ocasión clara (tras un lanzamiento lejano al larguero).
El festival arbitral lo habíamos tenido desde el pitido inicial. Benicarlo se había hecho fuerte en defensa a costa de parar incansablemente a Bácaro con faltas que, no fueron sancionadas en ninguna ocasión, porque, no sé si será cosa mía, pero hasta la fecha a esto se juega con los pies, y empujar con las dos manos es falta, ¿no? Y el clímax lo alcanzaron los naranjitos silbantes en el último minuto de la primera parte, cuando Benicarló consiguió hilvanar otra contra letal, precedida de un descarado agarrón a Mauricio que le impidió seguir con el balón...
Tal como está Benicarlo (ya lo demostró la pasada semana venciendo también en Cartagena), concederles ventaja tan descaradamente no era necesario. Pero es que en la segunda parte se consiguió un hito histórico: ¡ni una sola falta le pitaron a los castellonenses! Todo un síntoma, sin duda. Y en cambio, tras la reanudación, no tuvieron duda alguna en señalar un penalti en nuestra contra, por un derribo de los que hemos visto decenas esta campaña sin que nos sean señalados a favor... El azar, o más bien el poste, salvó a esa penosa pareja de muñecos que seguían sin enterarse de la película.
El partido se volvió loco por unos instantes. Benicarló consiguió ampliar su ventaja en el minuto 26, y en tres minutos más nosotros empatamos, gracias a Mauricio y Joel. El 3-3 del minuto 30 parecía enderezar nuestro camino, pero nos volvimos a torcer. Generalmente las remontadas tienen esto: que si no las culminas te pasan la factura del mayor desgaste. Ambos contendientes tenían ocasiones, y aunque Juanjo salvó magistralmente un par de despistes, el cuarto nos cayó en el 34.
Faltaban 6 minutos, y Duda dedidió arriesgar con el portero jugador. Personalmente yo hubiera esperado, sobre todo viendo lo poco fluidos que estuvimos moviendo el balón en el ataque con superioridad. También faltó un poco de acierto de cara a puerta (eché de menos especialmente acierto en esos remates vitales de Kike, pero todos tenemos derecho a levantarnos con el pie torcido, ¡qué le vamos a hacer!), y ese azar caprichoso que te castiga con un gol en el primer despeje sin portero... El 3-5 lo firmó el espigado David, y con él un desplante chulesco a la afición murciana, porque, habiendo como había seguidores de Benicarló ubicados en una de las esquinas, ¿por qué se dirigió a "celebrarlo" con la grada en el extremo contrario? A esto en mi pueblo se le llama provocación y el reglamento lo debería castigar severamente... En la entrada les quitan los tapones a los botellines de agua por cuestiones de seguridad y estos comportamientos inexplicables y provocativos con la grada, ¡que si quieres arroz Catalina!
A pesar de los intentos por conseguir, como mal menor, el empate, sólo Joel consiguió materializar otro remate. Y como las matemáticas no engañan, nos hubiera faltado aún otro más, porque de haber contabilizado los remates a la madera, hubiéramos ganado con solvencia. Pues eso, que ni las matemáticas ni la carpintería ni los árbitros nos ayudaron. Demasiados rivales.
