LA TEMPORADA DE ELPOZO MURCIA TURÍSTICA ANALIZADA DESDE LA GRADA. ¡¡ PASIÓN CON RIGOR !!

25.1.07

Fase previa COPA DE ESPAÑA - Episodio 2

Elpozo 8- Carnicer Torrejón 7.

El lado oscuro de la fuerza acecha. Siempre el lado oscuro de la fuerza.

Esta fase de clasificación para la copa de España, cuya fase final tendrá lugar en Lugo, se ha llegado a convertir para Elpozo en una especie de guerra de las galaxias, con su lado oscuro de la fuerza y todo (aunque ahora este oscuro poder se vista de naranja y en lugar de espadas Jedis te asalten a golpe de silbato). Menos mal que contamos con nuestro Luke Skywalker particular, Miguel Angel Cobeta, un auténtico "caballero del cielo", pues hacia tal nos condujo asestando el golpe definitivo a falta de tan sólo 15 segundos. Como bien sentencia el dicho popular: "De la gloria al fracaso, sólo dista un paso". Elpozo había ido dando los pasos necesarios durante este segundo partido clasificatorio contra Torrejón, el correoso equipo de don José Carnicer, que este año está llamado a hacer grandes gestas de seguir en esa progresión de "matagigantes" (a mis escritos me remito, pues ya afirme en los resúmenes de las primeras jornadas de Liga que esta temporada Carnicer tenía buena cara). De hecho, al descanso se llegó con un trabajado 3-1 (Kike, Bácaro y Mauricio por parte local y Párraga por los visitantes), que parecía encarrilar, esta vez de forma más clara que en el reciente encuentro de Liga contra el mismo rival. Y aunque nada más comenzar el segundo período, Párraga (un jóven talento del equipo torrejonero al que estoy seguro que Javier Lozano ya le habrá tomado la matrícula) redujo la distancia hasta la mínima expresión, el equilibrado trabajo de contención y creación de las huestes de Duda supo volver a reestablecer el signo dominante del encuentro. Los goles de Joel y nuevamente del enrachado Mauricio, que parece haber encontrado definitivamente su hueco en el equipo tras unos partidos titubeantes (a pesar de las críticas insustanciales de algún que otro aficionado demasiado ansioso) ponían un claro 5-2 en el minuto 35.

El encuentro parecía cerrado, pero hubiera sido de género tonto pensar que de ahí al final ibamos, por fin, a vivir unos minutos de tranquilidad, sensación ésta de cuyo significado nos estamos empezando a olvidar, dadas las apreturas que estamos viviendo esta temporada (mucho más desde la lesión de Wilde). Porque si al cóctel le añadimos la maestría en el arte del portero-jugador por parte de Carnicer, y la inevitable aportación arbitral (esta vez encuadrada en el apartado de "llévese el balón con el brazo y marque gol a placer para reducir distancias y dar emoción al encuentro"), el resultado es cinco minutos de auténtica y puta locura.

¡¡Perdóneseme la expresión!! Pero es que es para defecarse en la prostituta progenitora del mismísimo demonio... ¡Con lo tranquilos que estábamos y lo felices e ilusos que nos encontrábamos en la grada confiando en que el par de limpiadores de líneas laterales vestidos de naranja con silbato que nos había tocado en suerte esta vez procederían a pitar en cualquier momento algún lanzamiento desde los 10 metros (pues Torrejón había alcanzado las cinco faltas acumuladas), verbi gracia el referido y más que evidente manotazo al balón para contar una jugada y armar la letal contra!... Pero no, tras el injusto e ilegal gol, otro más sin apenas tiempo de reacción, ¡y ya tenemos nuevamente el aliento del contrario en la nuca!

Kike desde los 10 metros (ahora si, aunque sonaba a vulgar compensación) y Leitao a renglón seguido (ambos en el minuto 36), primer Cobetazo de la noche (min.38) y Juanpe (min.39). Esto parecía balonmano en lugar de fútbol sala (y más teniendo en cuenta que todo comenzó con una mano no señalada)... ¡Como para cogerse una gripe con tal bajada de las defensas!

Del 5-4 al 7-6. Visto y no visto. Y dado el escaso acierto para rematar la faena con algún despeje que calmara al envalentonado Torrejón que seguía arriesgando con el portero adelantado, el 7-7 de Miñambres ya iniciado el último minuto de juego.

La cosa podía aún haber ido a peor. Los de Torrejón lo tuvieron como para dejarnos casi fuera de la Copa. Pero su osadía se convirtió en derrota por mor del otro hábito que estamos cogiendo esta temporada cual es sacar los encuentros en los últimos segundos (Supercopa de Castellón y el reciente partido de idade la copa Ibérica en Lisboa), demostrando una vez más que hasta el rabo todo es toro. Y ya van tres.

El último asalto previo a la copa traerá al siempre complicado Caja Segovia hasta el Palacio. La fría y gris estadística dice que nos valdría con el empate, y que hasta podríamos pasar como cabezas de serie si el Barça empatara o ganara en Torrejón y firmáramos nosotros las tablas. Pero lo nuestro, como es propio de los campeones, sólo debe ser ganar.

Ganar y ganar. Ganar contra viento y marea y contra cualquier lado naranja oscuro que ose venir con sus espadas-pito a intentar doblegarnos. Cuanto más dura y sufrida es la victoria, más dulce es el sabor de su recuerdo.