JORNADA 20 - Con casta y a lo loco

Elpozo Murcia 6 - Caja Segovia 5

Quien sea supersticioso que se santigüe, toque madera, se ponga a la pata coja o le arranque el rabo a una docena de lagartijas, todo sea con tal de rememorar la gesta de la temporada 96-97, cuando pusimos rumbo a la consecución de aquella nuestra primera liga, al doblegar al mítico Talavera (donde empezaban a despuntar los mismísimos hermanos Linares, por ejemplo). Ojalá sea premonitorio. A mí me lo pareció.

En lo futbolístico, el partido contra Caja Segovia, resultó ser una oda a la casquería, es decir, que no tuvo desperdicio.

La primera parte estuvo presidida por el exquisito juego ofensivo y brillante de ambos contendientes. Eso sí, la armada charcutera, consiguió enarbolar en el descanso una victoria parcial (3-1), debido a la suma del mayor acierto realizador y la mayor resolución bajo palos del arquero murciano. De la pareja de Teixeiras con la que llegamos a contar en su día, cada estoy más convencido de que nos quedamos con el más apropiado para nuestros intereses como ya quedó demostrado con la obtención de la pasada Liga, y quien piense que se perdió calidad que le eche un vistazo a la magnífica primera parte de Vinicius, otro gran capitán de la armada charcutera cuando hace falta poner un rumbo. Suyos fueron dos de los tres goles en la primera parte (el segundo de auténtico maestro), y el pase del tercero que materializó Mauricio. ¡Qué se den con un canto en los dientes en Cartagena porque tienen en sus filas al hermano de Vinicius!

Para las cosas del rumbo, quien lleva incorporado de serie un GPS no es otro que Kike. El señor Boned, como los automóviles de más alta gama, tiene un equipamiento “full-equip” que le permite tener controlada la ubicación temporal y espacial del equipo en cualquier momento. Amigos, esto es como ser alto, guapo o tener las orejas de soplillo: misterios insondables de la genética. Imagino que, precisamente por eso, en la segunda mitad nos pasó lo que nos pasó, aunque yo, mayormente todavía estoy intentando buscarle explicación.

Como si fuera un partido de tenis: del 3-1 en el intermedio, con el parcial que nos endosaron los segovianos, a base de raquetazos de un inspiradísimo Igor, Guga, Isco y Pipe, pasamos a estar a borde del match-ball: 3-5 y bola de partido, o más de una, porque con un poco más de tino podrían haber llegado a la media docena, aprovechándose de la ausencia de Kike, que no jugó ni un minuto de la segunda parte, aquejado de unas molestias. Sin rumbo y casi perdidos, creo que, por primera vez esta temporada vimos el final de ese largo túnel y empezamos a hacernos a la idea de que éste era el día elegido por la providencia futsalera para acabar con la racha que nos había permitido ganar todos y cada uno de los partidos disputados en casa esta temporada, porque no era luz lo que se vislumbraba al otro lado, sino más bien oscuridad.

Y cuando ya imaginábamos estar en los tenebrosos alrededores de las mismísimas tinieblas, nuevamente la táctica del portero jugador consiguió pulsar el interruptor que nos devolvía a la senda de la esperanza. En la primera jugada de ataque con este recurso tan socorrido esta temporada, Vinicius en el minuto 37, conseguía reducir la ventaja. Con el despertar de la casta, Bácaro en el treinta y nueve conseguía salvar momentáneamente un punto, y a pesar de la evidente muestra de antideportividad de Igor, simulando una lesión (nueva ocasión en la que demostramos que no terminamos de escarmentar), Mauricio de potente zapatazo en el último suspiro puso el colofón a la brillante remontada. No sé si decir justa, pero al menos sirvió de escarmiento al intento de parar el partido del excelente jugador brasileño que, en mi opinión, perdió muchos enteros como deportista.

Presiento que esto puede ser una señal… y una advertencia a navegantes para que nadie se olvide de que aquí hay equipo para rato. Y esto lo digo no sólo por el brillante despertar sino porque en las semanas anteriores habíamos tenido 3 noticias fabulosas en forma de renovación de otros tantos pilares de nuestro equipo: el capi Serrejón, Alvaro y Cobeta.