JORNADA 22 – Duelo de gallitos en "the Atalayas"

No es que me haya vuelto majareta o un pelín snob tirando a pijo del culo con eso del toque anglosajón que he incorporado en el título. Como diría el cinematográfico alcalde de Villar del Río, don Pablo, encarnado por el entrañable Pepe Isbert: "como alcalde que soy os debo una explicación".

Así pues, siguiendo por la cosa del papel cuché, a un servidor, gran amante del buen y añejo western de toda la vida, con sus indios, o con sus sherifs y sus forajidos malos hasta decir basta, me ha venido a la mente el recuerdo de estas grandes producciones cinematográficas, con títulos memorables. ¿Quién no recuerda a Gregory Peck protagonizando "duelo al sol"? ¿o a Burt Lancaster y Kirk Douglas en su "duelo de titanes"? Pues quitándole las pistolas, y dado el reciente pero curtido historial de enfrentamientos entre Elpozo e Interviu, ¿quién puede negarme el evidente parecido?

Una vez aclarado el porqué, aún habré de redundar en que, a mí particularmente, me supuso también una especie de "duelo", por la difícil elección que tuve que llevar a cabo: ¿por qué el jodido Murphy no pudo escoger otro oficio que el de dejarnos claro que cuando la tostada se cae siempre lo hace por el lado de la mantequilla? Y es que cuando se tienes dos amores y llegado el día hay que escoger entre uno de los dos, pues que parece que nunca se queda uno a gusto por muchas vueltas que le dé o por más perdices que maree.. Aquí los amores son metafóricos, que no pasan de aficiones, pero son casi ya intravenosas, con su correspondiente mono si no puede uno disfrutar de ellas.

Finalmente y parafraseándome a mí mismo, como no sólo de fútbol sala vive el hombre, dada la coincidencia horaria renuncié a asistir en directo al encuentro en la cumbre para disputar la Duatlón de Fuente Alamo. Eso sí, envié como emisarios a mi progenitor y a uno de mis hermanos, para que ellos sufrieran por mí animando desde la grada, mientras que mi esposa y asistente particular me acompañaba en mi otro sufrimiento maltratando el asfalto de las calles y surcando los kilómetros a lomos de "robertita II" cortando el viento cual velero bergantín.

Por suerte, ambos sufrimientos acabaron satisfactoriamente: el mío con la acostumbrada sonrisa "sufrida" al cruzar la línea de meta en una inolvidable camaradería con otros aventados y atrevidos penitentes sobre ruedas y el duelo balompédico en la cumbre con un empate a tres goles, justo a todas luces y que sirve para romper una racha negativa en casa contra estos "bandoleros" del balón, capitaneados por don Candelas, que ya duraba demasiado tiempo.

Cierto es que siempre fuimos a remolque en el electrónico, y que el empate lo conseguimos in extremis, gracias a esa estrategia del portero jugador que tan buenos resultados nos sigue deparando esta temporada, pero ya estamos vacunados este año. El empate a uno en el intermedio (goles de Joan y Bácaro) lo deshicieron Bertoni y Schumacher en la reanudación con ese peculiar instinto asesino que caracteriza a los hipercampeones de todo. La garra y el tesón de los nuestros consiguieron rescatar un punto en los dos últimos minutos (con los goles de Joel y Kike, justo cuando expiraba el partido).

Casi más importante que seguir invictos en casa esta temporada ha sido la inyección de moral de cara a la próxima disputa de la Copa de España en Lugo. Suerte campeones.