LA TEMPORADA DE ELPOZO MURCIA TURÍSTICA ANALIZADA DESDE LA GRADA. ¡¡ PASIÓN CON RIGOR !!

26.1.07

Fase previa COPA DE ESPAÑA - Episodio 3 (y último)

Elpozo 4 - Caja Segovia 3

Llegaba el tercer y definitivo encuentro para sacar el billete a Lugo. Y como no estábamos dispuestos a renunciar a las opciones para volver a conseguir este año la Copa de España, desde el inicio del encuentro todos los jugadores de Elpozo se pusieron el mono de trabajo. Dado el resultado del único enfrentamiento de esta temporada (derrota por 5-1 en el pabellón Pedro Delgado de Segovia) barruntábamos que iba a ser necesario espolvorear un algo de sufrimiento y de casta para sacar adelante el partido, aunque nunca imaginamos que habría de ser promovido por la pareja de veloces y anaranjados “corceles”, nuevamente con ansias de protagonismo.

Dejando a un lado el metafórico símil de historias galácticas, lados oscuros, caballeros yedais y la madre que parió a Darth Vader y la respiración asistida, empiezan a no cuadrarme los comportamientos de estas parejas de maquiavélicos seres con licencia para arbitrar.

Estaremos todo lo acuerdo que se puede estar en que son humanos (aunque a veces parezcan llegados de una galaxia dadaísta por el surrealismo de sus decisiones), en que el que tiene boca se equivoca y el que tiene pito termina siendo siempre un cabrito, pero ¡por Dios, la Virgen Maria y el palomo cojo!... ¿estos tíos se estudian el reglamento o se lo aprenden jugando al trivial? Y ya si hablamos de la aplicación de las reglas y el inexistente criterio arbitral para que la cosa resulte, al menos, justa, yo creo que lo echan a suertes en cada jugada, según toque. O eso, o recurren a algún tipo de güija a la que consultan cuando tienen dudas o están poseídos por el espíritu de Iñaki Anasagasti, que es casi tanto como decir que son unos cabritos viejos.

Es cierto que los jugadores cuando fallan ocasiones claras (de esas que, por cierto, no abundaron en la primera mitad), no son increpados como si estuvieran aquejados de algún exorcismo (bueno, a algunos se les dedican a veces también epítetos dignos de incluirse en la enciclopedia de la brutalidad campestre). Pero claro, tampoco es lo mismo fallar una ocasión clara de gol o un pase, porque a esto se juega con los pies (lo que convierte a este oficio en una especie de profesión circense en ocasiones), que tener una especie de antifaz sin orificios frontales y señalar acciones que nunca existieron, salvo en la mente del trencilla de turno, ¡que el árbitro se tiene que limitar a ver y señalar las incorrecciones, no a demostrar que tiene más dotación testicular que media docena de Miuras!

En fin, que me estoy desviando un poco del relato, pero es que si la primera parte se quedó “virgen”, en lo que al marcador se refiere, se debió a un cúmulo de imprecisiones ofensivas, con predominio de la labor defensiva, y a un remate fin de fiesta a poco de llegar al descanso, cuando el correcaminos arbitral con más ganas de resaltar, no sólo no indicó una flagrante falta cometida sobre Mauricio en el área rival, sino que se inventó la falta al revés…

Pues si, esto y dedicarse a recordar una y otra vez a los jugadores de ambos equipos que se metieran la camiseta dentro del pantalón -para hacer cumplir esa norma que algunos convierten en la más importante del reglamento, como si los partidos se decidieran por los jugadores de mejor presencia y más maqueaditos-, fue a lo que se dedicaron con profusión inusitada.

En la segunda mitad ya cantó otro galló (el que cacarea los goles al menos ya tuvo su trabajo): Cobeta en el 22 y el morenito Igor en el 23 pillando desguarnecida la defensa, iniciaban las hostilidades. Posteriormente Álvaro (en el 25), liderando con talento un contraataque remachó frontalmente y ajustado al palo sin necesidad de pase alguno. Y antes de que Mauricio pusiera tierra de por medio, en el minuto 33, con el 3-1 en la mejor jugada del partido, un precioso tiralíneas, con tan sólo 3 toques desde el saque de Juanjo, y el preciso toque de Álvaro poniéndosela como se las ponían a Fernando VII, Elpozo contó con un par de ocasiones claras (entre ellas un tiro de diez metros desaprovechado por Vinicius que se encontró con el poste derecho del marco de Ciado y una “bacarada” que castigó el larguero).

¿Encuentro resuelto?... Nuevamente la estrategia del portero jugador volvió a abrir el partido, y volvió la locura con el ir y venir de goles sin pausa: nuevamente el activo Igor recortaba distancias; en el mismo minuto 37, Joel desenfundaba para reestablecer los 2 goles de ventaja y Guga, hasta entonces desaparecido, devolvía la tensión a nuestro tejado.

Por si la cosa no estaba animada, la intervención estelar del otro animador del partido (tienen mucha mejor pinta las animadoras, por cierto), vestido con su camiseta (naranja que no azul, y su canesú que diría la cancioncilla infantil), consiguió enervar nuevamente al graderío. Primero al obviar una clara tarjeta a un jugador segoviano que paró descaradamente a Bácaro cuando se disponía a acompañar a Mauricio en una contra que podría haber sido letal y que acabó sin consecuencias (y que hubiera supuesto, además, una nueva opción de diez metros), y después al mostrarle a Kike la segunda amarilla (y la consiguiente roja), por una acción que, cual genial Tamariz, se sacó de la chistera.

¿Consecuencia? Dos minutos con un jugador menos. Caja Segovia atacando con cinco y nosotros defendiéndonos con sólo tres como gato revolcado (panza arriba, para quien no lo entienda). Emoción sin límites y clara demostración de que hace más el que quiere que el que puede. Parecemos empeñados en ampliar al fútbol sala la máxima que inventó Helenio Herrera para el fútbol, afirmando que se juega mejor con 10 que con 11, y que, en nuestro caso, sería que se defiende mejor con 3 que con 4.

Tampoco es cuestión de probarlo todos los días, pero que vayan preparando pulpo a feira, que de eso si comería yo todos los días si finalmente podemos escaparnos a Lugo a los partidos de Copa, Caja Segovia, a pesar del apoyo incondicional de una treintena de fieles seguidores que se desplazaron a nuestra ciudad, se queda fuera, y Torrejón se clasifica, muy merecidamente.

En los demás grupos no hubo sorpresas en cuanto a los equipos clasificados. Si acaso el orden en los grupos, que ha relegado a dos potenciales cabezas de serie (Playas y sobre todo Cartagena) a ser segundos. De forma que ya en cuartos pueden darse duelos “interesantes”.

Por emoción no será. Viva la emoción, el fútbol sala y las copas, sobre todo si llevan su buen chorrito.