LA TEMPORADA DE ELPOZO MURCIA TURÍSTICA ANALIZADA DESDE LA GRADA. ¡¡ PASIÓN CON RIGOR !!

12.12.06

Fase Élite UEFA Futsal CUP – Grupo D (Budapest)

Episodio 3 de 6 (2ª jornada – plato fuerte Kazajo)

Además de la agradable temperatura de la habitación y el extraño engendro de sábana, mitad sábana, mitad edredón nórdico con el que se podía dormir más que de sobra, el buffet del desayuno, fue uno de los puntos más notables de nuestra estancia en el remozado hotel Stadion.

La cercanía a la boca del metro también resultó en extremo cómodo, por la facilidad con la que era posible acercarse al mismo centro de Budapest, sobre todo una vez superadas ciertas dificultades técnicas para comprender que no era gratuito, dada la ausencia de tornos o barreras que dificultaran el acceso a los andenes y a los propios vagones. El método húngaro de revisión es altamente depurado: a la salida se apostan en parejas (mira tú, como la guardia civil de toda la vida) un par de tipos-tipas, con sus brazaletes correspondientes y resueltas caras de mala leche (no tanto como las dispensadoras de tickets, que eso si que era digno de foto para el museo del terror), y como no lleves el billetito correspondiente y bien picado, “multen” al canto. Que se lo digan a Gregorio León y su trup, que guardan un estupendo recuerdo de las salidas nocturnas en metro (aunque tampoco son ajenos al encanto de la variabilidad del precio de los taxis).

Por económico (un billete ordinario sin posibilidad de cambiar de línea como es lo habitual, salía por 185 forines o piedrólares –calificativo este último original de Paco Guzmán de TVE-) y por lo bien que funciona (de verdad, no es coña), no es de extrañar que sea tan utilizado el transporte público en Budapest, herencia de la época comunista, con estaciones muy pulcras y modernitas (algunas –como las de la línea 3 que tantas veces recorrimos- hasta con “interneten”).

Aprovechando la mañana libre (la hora de salida del bus desde el hotel hacia el pabellón eran las 15h), no podíamos dejar de visitar esas 2 auténticas ciudades que conforman el nombre con el que conocemos la capital húngara: Buda, en la margen derecha, eminentemente montañosa, con su continuo sube y baja, y que ofrece estupendas vistas del río y la otra orilla: Pest, centro financiero y mucho más comercial.

Para pasar de un lado a otro, no son muchos los puentes con los que cuenta la ciudad, siendo el más notorio y emblemático el de Las Cadenas, que custodian unos grandes leones de piedra, que no son tan fieros como los pintan, casi como imaginábamos al equipo Kazajo, el Kairat Almaty. La metáfora del puente creo que representa muy bien la importancia de este segundo partido, que habría de ser definitivo, porque se trataba de llegar al otro lado: el de la clasificación. Hicimos muy bien en dejar aparcados los triunfalismos, pues los partidos hay que jugarlos y, no en vano, si los tópicos existen es por algo.

Los kazajos supieron plantear un partido muy serio desde el mismo inicio, ahogando nuestra fábrica de fútbol sala. Hasta el mismo Kike, de natural sobrio y equilibrado, se mostraba bastante impreciso. La estrategia del rival estaba funcionando casi a la perfección (les falló la puntería y el acierto de un colosal Juanjo), pues sabían como interceptar nuestras líneas de pase y presionar con fuerza (quizás excesiva, por lo que vimos después). Duda intentaba reorganizar las líneas, pero hubo momentos en los que estuvimos atenazados y hasta un poco perdidos, tal vez por la gran responsabilidad del reto que había de conducirnos a cumplir el pronóstico y clasificarnos para la final. De hecho tuvieron que pasar siete minutos para que se produjera nuestro primer disparo con peligro.

Como si nos hubiéramos tomado un “gulash” bien calentito, parecimos entonarnos un poco a partir de ese momento. Aunque también Gustavo, el guardameta rival, que empezaba a encontrarse a gusto, disfrutaba desbaratando cualquier situación de peligro que rebasara el férreo entramado defensivo e incluso se animaba con peligrosas incursiones ofensivas (una de ellas acabó en el travesaño del marco de Juanjo). Pero ya se sabe lo del cántaro y la fuente, ¡y quién si no!, Wilde, al que habíamos reservado por precaución en el primer partido, fue el encargado de abrir el melón,.deshaciendo el persistente e inquietante empate a cero inicial culminando una rápida jugada a la contra. Estaba escrito en letras grandes que la mayor virtud de los kazajo-brasileños (su veteranía) acabaría siendo también su talón de Aquiles. Sólo se trataba de tener paciencia.

No obstante, también está en los manuales que los experimentos hay que hacerlos con gaseosa, y que si regalas lo que tanto esfuerzo cuesta conseguir, al final terminas perdiendo la ventaja. Y eso fue lo último que recuerdo antes del descanso: el mazazo del empate en la recta final de la primera parte.

Como hubiera dicho José Luis Garci: volver a empezar. Con menos tiempo por delante, aunque con buena parte del trabajo hecho y la lección aprendida, Duda puso en pista de inicio a Kike y Álvaro, lo que es buena muestra de que no iba a permitir que se repitiera el desfase del inicio del partido. Era vital tomar el timón y no dejarse avasallar. Había que rematar la faena lo antes posible y a ello se encaminó Elpozo, seguro de si mismo.

Nadie dijo que fuera a ser fácil, pero la lectura había resultado perfecta: habíamos vuelto a tomar ventaja merecidamente ya superado el meridiano del segundo período. El panorama comenzó a aclararse mucho más cuando Wraguinho vio la segunda amarilla (que debió ser roja directa) y dejó a su equipo con un jugador menos a falta de menos de 3 minutos. Álvaro no desaprovechó la ocasión de sentenciar el partido y la eliminatoria marcando el tercero al lanzar una falta con barrera que pareció no tenerla. Y cuando todo estaba decidido, la dinamita que Etienne llevaba acumulada sin explotar acabó con la tibia y el peroné de Wilde destrozados, con la aquiescencia arbitral de un sonriente equipo arbitral que nunca se enteró de lo que iba la película. ¿Qué se puede esperar de los árbitros-uefos? ¿acaso alguien cree aún que en las organizaciones arbitrales llegan a internacional los mejores?

Yo de los árbitros no esperaba más. Pero tampoco esperaba eso de un ex-jugador de El Pozo con el que tan afablemente habíamos estado charlando antes del partido. Sin duda una sorpresa muy desagradable, sobre todo para Wilde que, salvo milagro, se perderá el resto de la temporada.

1 Comments:

Blogger stani said...

Me ha gustado la descripción de la vida ordinaria en la Budapest, muy bien, por cierto estuve yo en un bar de de luces de neón que se llamaba Copacabana y unas señoritas muy simpaticas, como siguen por allí?, jajjaj.

miércoles, 13 diciembre, 2006

 

Publicar un comentario

<< Home