LA TEMPORADA DE ELPOZO MURCIA TURÍSTICA ANALIZADA DESDE LA GRADA. ¡¡ PASIÓN CON RIGOR !!

15.12.06

Fase Élite UEFA Futsal CUP – Grupo D (Budapest)

Episodio 6 de 6 (se acabó lo que se daba: el guerrero vuelve a casa)

Lo malo que tiene madrugar es que hay que levantarse temprano. La jodienda es mayor si el “madrugue” ha de hacerse para ir al “tajo” o para irse del Danubio… ¡olé la analogía geográfica! Y es que, a pesar del cansancio acumulado por todo, da pena marcharse, sobre todo ahora que ya empezaba a pillarle el tranquillo a esto del húngaro… hombre, no es aún para tener una conversación de profundidad metafísica, pero nuestro bagaje ya incluye unos cuantos “palabros”. Curiosamente me he especializado en los que incluyen la letra k, tan olvidada por nuestro diccionario “spanyolul”. Os adjunto unos cuantos ejemplares: köszönöm, kérem, kijárat, cukor, kápolna, páprika, csirke, lekvár, kenyér, kávé (*). Del abuso y la variada acentuación ortográfica ya os hablaré cuando me licencie en filología húngara.

Pero volviendo a lo de levantarse con los gallos, lo mismo que el frío se combate con un buen fuego, una buena forma de evitar los efectos perniciosos de romper el plácido y reparador sueño consiste en postponer la cita con el sobre o sustituirla por la conocida afición a la siesta o el devastador “cuelling”, que se puede practicar casi en cualquier posición, y que consiste en dar cabezazos de forma indiscriminada hasta destrozarse las cervicales; eso siempre que no implique la contratación accidental de un chichón por la puesta en contacto con una superficie dura que se interponga en el referido balanceo espasmódico del envoltorio cerebral o cocorota. Adicionalmente se puede acompañar de escurriduras de la cavidad bucal en forma de babas, y de una cara de agilipollamiento integral.

Todo lo antedicho tuvimos la ocasión de observarlo en más de uno de los expedicionarios a lo largo y ancho de las más de doce horas que invertimos en la aventura de vuelta, desde que nos recogió el autobús a la puerta del hotel, a eso de las siete de la mañana húngara, para llevarnos de vuelta al aeropuerto Ferihegy (incluyendo de regalo una ruta por el Budapest industrial –confío en que el taxi que llevó a Wilde al aeropuerto conociera el camino bueno, aquel por el que pasaron las apisonadoras en su día dejándolo lisito y sin baches-), hasta que pusimos el pie en tierra firme en la Murcia de nuestros amores, después de soportar tres vuelos con retraso (otra vez el mito alemán a tomar por donde amargan los pepinos), los excesos de seguridad del excelso aeropuerto de Frankfurt y un nuevo paseo a la carrera por el susodicho nodo germano de comunicaciones aéreas entre otras peripecias. Hemos terminado cogiéndole gustillo a esto de correr en suelo alemán, que ya lo hicimos, y de qué manera, a la ida (José Luis, después de esto, seguro que no se apunta este año a la san silvestre vallecana).

En fin, que se acabó lo bueno. A pesar de la comentada pena porque se acabara (claro que, ahora que lo pienso, nuestra perspectiva es distinta pues, literalmente, estábamos de vacaciones, cuando jugadores y medios estaban cumpliendo con sus quehaceres habituales), también había ganas por llegar. Y si no, que se lo digan a Fran Serrejón, que estaba que se bajaba encima casi desde Alicante, como el que está que se micciona encima y no encuentra un urinario a modo.

Por lo menos esta vez no se perdió ninguna maleta… Y hablando de perder, no quiero desaprovechar la ocasión que me brindo a mí mismo a través de esta mi columna bloguera para agradecer a todos y cada uno de los aventureros con los que hemos compartido esta inolvidable experiencia su amistad y buen rollito:

- Antonio Chicano, ese auténtico líder de líderes de la afición pocera, sin cuya mediación no hubiéramos podido disfrutar de estos momentos en Budapest.
- Pedro, que conserva toda su dentadura, a pesar de ser su “cuña-a-a-o”
- Maite, Paulo, Daniel y Álvaro, mujer e hijos de Paulo Roberto (estos últimos le daban algo de vida al “lobby” del hotel Stadion demostrando las habilidades con el balón en los pies heredadas de su progenitor, y con la consola en las manos)
- Paco Guzmán (TVE), por compartir con nosotros su excelso anecdotario
- Juan de Dios Martínez (Radio Nacional). Ojos que no ven, maletas que llegan rotas.
- Fran Sáez (Televisión Murciana), con el particular "enfoque" de su cámara, su desenfadado descaro y ese pedazo de resfriado húngaro que se trajo de recuerdo.
- Javi Bastida, otro que cargó estoicamente con su cámara para Infotv
- Otón y su cuidada imagen descuidada
- José Luis Escandell (el “corredor” más veterano, de diploma lo suyo, oye, que nunca es tarde para empezar a hacer ejercicio y hasta para entender al sexo de pelo largo)
- Conrado, trabajador como el que más y que de tener los ojos rasgados pasaría por japo perfectamente, porque las cámaras las llevaba siempre del cuello (El Faro de Murcia)
- Manolo Sánchez Breis (La Verdad), con la sonrisa siempre puesta
- Lourdes (la 7), que se ha convertida una experta en el cuerpo a cuerpo de la guerra de los satélites que le ha tocado vivir
- Joaquín Martínez (la voz de la tele)
- Mónica, la amabilidad hecha relaciones públicas
- Gregorio León, la voz de la radio
- Antonio Sánchez (el otro Gregorio León... “¡cobetaaa, fuera!”)
- Javi (As) y su mujer Marisa
- Alberto y señora
- el presi Pedro Orenes y su mujer Charo, con los salvadores conocimientos lingüísticos que se ha visto obligada a desempolvar.
- y como no, a Paulo, genio y figura dentro y fuera de la pista, y a Duda y todos sus muchachos, tanto jugadores como cuerpo técnico.

A todos ellos, nuevamente muchas gracias.

Y a todos vosotros que habéis tenido la santa paciencia de engullir estoicamente tanto letriferio, muchas gracias también. Espero que hayáis disfrutado y que, una vez superado el empacho de la larga aventura húngara, sigáis siendo fieles a la gratificante lectura que os proporciona mi desbordante imaginación.

(*) A quién pudiera interesar el significado de los vocablos enumerados, emplazo a que contacte con un servidor por medio del correo electrónico: tarjeta.azul@hotmail.com. Prometo traduccción y curso básico de húngaro para no iniciados.