UEFA FUTSAL CUP

Nunca una final tan esperada (aunque fuera en semifinales) tuvo un desenlace tan inesperado.

Elpozo Murcia 2- Interviu 3

Del duelo entre Elpozo como anfitrión y actual campeón de la Liga más potente, y el Interviu, nuestro coco, bestia negra y campeón de Europa y del mundo, podíamos esperar cualquier resultado, ¿por qué no?

A pesar de la demostrada superioridad en palmarés, historial reciente de enfrentamientos y hasta potencial técnico de los jugadores a favor de los verdes, nosotros contábamos con la ilusión y el factor cancha. Estábamos dispuestos a que esta vez si fuera trascendente lo de jugar en casa, y hasta nos permitimos soñar por unos minutos todos los aficionados que nos dimos cita en el Palacio el jueves 26 de abril por la tarde (en considerable número aunque no en número suficiente como para abarrotarlo, como hubiera sido deseable -yo no sé qué espera la gente de nuestra ciudad para dedicarle el mismo trato de favor al futbol sala que al baloncesto o al fútbol, dada la diferencia de aspiraciones-), cuando llegamos a tomar delantera en el marcador en dos ocasiones, la segunda de ellas a falta de tan sólo cinco malditos minutos para el final.

Pero está claro que la Diosa fortuna nos tenía reservada una desagradable jugada. La derrota más cruel e injusta que nadie hubiera podido imaginar fue concebida en poco más de dos minutos: los que tardó Interviú en empatar el encuentro arriesgando con el portero jugador, pues de otra manera les era imposible superar a nuestro Juanjo y el último segundo del partido, un segundo maldito que nos dejó petrificados, sumidos en la mayor de las decepciones, pero no por la acumulación de méritos o la forma de enfrentar el reto, sino por la crudeza del momento.

Se atisbaba la prórroga casi como un logro. Interviú no se encontró a gusto casi en ningún momento del partido. Apenas pudo desplegar su mortífero juego de contraataque, porque el planteamiento de Duda me pareció magistral. No es nuestra forma habitual de jugar, y mucho menos en casa: agazapados como el gato que juega con su presa a la espera de lanzarle las uñas, pero está visto que Jesús Candelas tiene bien aleccionados a los suyos con esta estrategia. Al fin tenemos el remedio anti-Boomerang, estoy seguro de que hemos encontrado la pócima que nos permitirá enfrentarnos a los casi insexpugnalbes "hombres de García" (el experiodista y presidente de este celebérrimo club no quiso perderse el evento), desde ahora y hasta el fin de los días. Estoy seguro de que se ha descubierto el secreto y con él la leyenda de un ciclo tan verde como las estancadas aguas de nuestro moribundo río Segura.

Esta vez salieron vivos... y nos dejaron clavado el rejón de muerte en todo lo alto. Por un segundo. Por un maldito segundo. Porque podríamos haber perdido, igual que podríamos haber ganado. Creo justo poder afirmar que tal y como perdimos por un segundo, no ganamos por un metro, porque de haber entrado el lanzamiento de Kike cuando comenzaron con el portero jugador, el paso a la final hubiera sido nuestro.

Pero hete ahí la jugarreta del azar que tuvo a bien recrearse con nuestra desdicha. ¿Lo mejor? Casi como bañarse en un estanque helado cuando se está con un catarro del 14, o te curas o te mueres. Y si seguimos vivos (y aún hemos conseguido la tercera plaza en la final de consolación, aunque sea en los penaltis, contra el Action 21 Charleroi), es porque nos hemos endurecido aún más, porque lo que no mata engorda y da fuerzas.

La decepción ya la hemos superado. Nosotros pusimos todo lo que teníamos que poner. ¿Y qué si perdimos otro dedo de esa manita con la que soñábamos al comienzo de la temporada? Sabíamos que la derrota era una posibilidad. Pero, ¿y Boomerang? ¿sabrá reponerse el mazazo de perder contra el Dinamo de Moscú en la gran final?... Por cierto, aprovecho para afirmar, bien ufano, que a pesar de tener el abono para asistir a ese determinante y final encuentro, servidor, una vez terminado el partido por el 3ª puesto de nuestro equpo, se marchó del Palacio. Sinceramente tenía cosas mejores que hacer que asistir a la final que jugaba un equipo, en apariencia majestuoso, pero que cuenta con un par de jugadores absolutamente despreciables en lo tocante a su comportamiento. Señores de Boomerang, para ser los mejores no sólo hace falta ganar... ¡también hay que saber perder! Lo del "fair play" de la banderita que saca la UEFA antes de los partidos no es sólo para que quede bien, también hay que procurar practicarlo, y el respeto a la afición va incluído en el paquete.

En resumen: si Schumacher es tan buen jugador como cabrito en edad adulta, o si a Marquinho le parece divertido recrearse sonriente con la abatida grada cuando salen a "saludar" al público tras haber vencido de la forma que lo han hecho... con su pan se lo coman, pero si no fuera consuelo de tontos os diría que me alegré con la derrota ante los nuevos campeones de Europa.

¡¡Y por qué no reconocerlo!! ¡¡Caramba, que me alegré!! Me fuí pensando que la ganarían de calle (como ellos mismos imagino que pensaban una vez superado el escollo murciano) y luego resulta que sucumbieron... ¡¡no, si va a resultar que el azar es caprichoso y un poco cabrón con todo el mundo y reparte suerte y desgracia por igual!!... ¡alñ que le toque que se aguante!

Moraleja: no te rías que es peor, o el que ríe último se le ven los dientes.

¡Animo poceros! ¡NO PASA NADA, LA LIGA ESTÁ GANADA!