JORNADA 12 – Un “déjà vu” contra Móstoles

Aunque el escenario hubiera cambiado, por el obligado exilio al Pabellón Príncipe de Asturias, por mor de los preparativos para el campeonato del Mundo de Patinaje Artístico en el Palacio, fueron varias las circunstancias que convirtieron al partido adelantado contra Móstoles en una especie de “dejavu”. Nada que ver con la película de Denzel Washington que está ahora en cartelera.

A los necesitados de fósforo para el adecuado funcionamiento de las interconexiones neuronales que mantienen despierto el sentido del recuerdo o a todos aquellos que se hubieran perdido tan brillante inauguración de la temporada, les remito a mi crónica del partido de presentación, allá por el mes de septiembre. El partido fue casi una repetición y volvió a depararnos un espectáculo similar, casi con la única diferencia del gol del honor conseguido por los mostoleños al final de la primera parte (7-1).

El “siete” con el que volvimos a desgarrar la defensa de los de Santa se fraguó en una excelente actitud de todos y cada uno de los jugadores de El Pozo desde el pitido inicial. Era prácticamente indiferente el quinteto que tuviera Duda en pista: los milibares de presión no disminuían; eran algo así como el anticiclón de las Azores, aunque a los del PSG más bien se les antojaba borrasca. Buena prueba de ello es que el primer disparo a puerta del rival se produjo en el minuto 7, cuando en el marcador ya figuraba un 2-0, tras los goles de Wilde y Cobeta (éste último tras un magnífico “tiqui-taca” con Vinicius). Al fin parece que recuperamos las “buenas costumbres” de la pasada temporada, enfilando el triunfo sin paliativos y sin necesidad de desgastarse en costosas remontadas.

La empanada del Móstoles (¡chiste fácil donde los haya, pero que hace honor a la verdad!), nos la podríamos haber ventilado ya en la primera mitad, a poco que hubiéramos atinado un poco más. Por el contrario, en el último suspiro del primer tiempo, Nuno, ese pedazo de armario brasileño que figura en la nómina rival, pareció darle vidilla al partido arrimando a su equipo en el marcador, con un gran disparo ajustado al palo que Juanjo no pudo atajar.

La segunda mitad volvió a poner a cada cual en su sitio. A nuestro viejo conocido Seco Zanetti, además del variado y preciosista, aunque mayormente inútil, repertorio técnico que le caracteriza, se le iba la pinza por momentos, como al Móstoles el partido. De hecho, aprovechando la habitual empanada arbitral de la pareja de naranjitos que nos tocó soportar esta vez –estos señores que pululan por las bandas, arriba y abajo, ejerciendo casi más como asesores de imagen de los jugadores que como impartidotes de justicia deportiva, por aquello del especial énfasis que le pusieron a supervisar que los jugadores llevaran la camiseta por dentro del pantalón-, se permitió el lujazo de enzarzarse con un aficionado de la grada en una absurda contienda dialéctica, porque mucho me temo que no se estaban felicitando, precisamente, las próximas fiestas.

Mientras Alvaro nos regalaba la vista con alguna virguería técnica y con algún que otro disparo (a ver si se sigue prodigando en esta suerte en la que no parece tener mucha confianza, a pesar del buen toque que gasta), Cobeta destemplaba a Paco Sedano con un estupendo gol a la media vuelta poniéndosela suavecita y con templanza por arriba, en la grada nos lo pasábamos no menos fenomenalmente con la ola de ida y vuelta del especialista, Antonio el “surfero”, retomando cánticos de apoyo un tanto olvidados y disfrutando a ritmo torero, con los olés desde la grada.

Wilde, que en lugar de brasileño podría pasar como oriundo de Abarán, por sus famosas picardías, aprovechó para apuntarse un triplete marcando los 2 últimos goles, apenas hubo comenzado Seco a ejercer de portero-jugador. Así, de paso, volvió a hacerse con la primera plaza de la lista de goleadores de la liga, de igual manera que volvemos a ser el equipo máximo realizador.

Hubieran podido ser muchos más de haberse puesto nuestros muchachos manos a la obra (bueno, más bien pies, claro), pero tampoco era cuestión de empacharse. Había quedado claro que el descanso liguero por los compromisos internacionales de la selección no había hecho sino afinar aún más el plan de negocio tan bien gestionado por Duda desde el banquillo.

Aunque la victoria ya estaba sellada, Juanjo quiso sumarse a la fiesta atajando cualquier atisbo de reacción con unas cuantas intervenciones magistrales. Así, nuevamente, lo mejor de todo volvió a ser la clave de nuestro éxito: EL EQUIPO. Eso de lo que Móstoles carece a pesar de contar con tan buenos jugadores.

Del resto de la jornada, resaltar las incontestables victorias de nuestro antecesor y principal seguidor en la clasificación por 1-5 y 1-4, en Barcelona y Benicarló. respectivamente, aunque coincidiendo en ambos casos que debieron remontar un gol en contra, cuando ésta es una enfermedad que parecemos haber superado por fin nosotros, fortaleciendo la concentración y actitud defensivas.

En Zaragoza, partido de las “siglas”, que no del siglo, entre el DKV y el MRA, con victoria local por 4-2 y debut de Vassoura, al que habrá que seguir con atención, pues posiblemente suponga el salto definitivo de calidad del equipo maño.

En Torrejón disfrutaron de idéntico resultado al nuestro (7-1), con el nuevo patinazo de un desangelado Martorell, que no consigue deshacerse de su angustiosa relación con la última plaza. A pesar de que aguantaron la esperanza hasta los 3 últimos minutos, sucumbieron finalmente a un Juanra en plan estrella realizadora con 4 dianas.

El duelo gallego entre Lobelle y Azkar, terminó en empate a todo: en el marcador (3-3), con sucesivas alternancias en el marcador y en expulsados (1 por bando), con lo que los de Santiago pierden un poco la estela del triunvirato de cabeza. El otro equipo gallego, el Celta, que se las prometía muy felices con el partido claramente encarrilado por 4-0 frente a Guadalajara, se le debió aparecer alguna de esas meigas (que haberlas haylas), o ahora que está lloviendo tanto por aquellos lares, diríase que se les quedó todo encharcado (y muy embarrado su puesto en la clasificación), porque acabaron perdiendo por 8-9, sufriendo 2 expulsiones y, como no podía ser de otra manera, con el gol final de la derrota en el último minuto. Curiosamente, y a pesar de la amplia rotación de los alcarreños, los nueve goles fueron ejecutados por tan sólo 3 jugadores (Uge hizo dos, Corvo tres y Nano cuatro).

En el partido que cerraba la jornada, Caja Segovia le perdonó la vida (desaprovechando incluso una pena máxima) a un irregular Playas que acabó mojando el gato y llevándose la victoria por 2-3. De esta forma los castellonenses se consiguen incrustar en la parte alta de la clasificación, selecto club al que los segovianos corren serio riesgo de dejar de pertenecer.

El status quo de la Liga parece haberse decantado definitivamente, y vuelve a repetirse el "feis-to-feis" de las últimas campañas entre Interviu y El Pozo en lo más alto. Será por algo. Por la parte baja, la igualdad, también entronada, va a poner bastante cara este año la permanencia. Tonto el último.