5ª JORNADA - la primera en la frente

A pesar del refranero y de la conocida máxima que dice "no hay quinto malo", la primera derrota de la temporada nos ha sobrevenido en el quinto embite. Pero no hay por qué alarmarse, el año pasado, a estas alturas ya habíamos mordido el polvo de la derrota en la pista del Benicarló una jornada antes. Los castellonenses salieron disparados al inicio de la liga y luegon fueron perdiendo gas hasta verselas cara a cara con la promoción de descenso. En esta ocasión ha sido el Caja Segovia, único representante castellano leonés que permanece en la categoría (¡qué lejos quedan aquellos tiempos en que llegaron a ser tres los representantes castellanos en la máxima división con Sol Fuerza de Salamanca y Hojaldres Alonso de Astorga!), quien nos ha parado los pies.

Con un equipo jóven, fichajes poco sonados pero acertados y mucha ilusión, el Caja apunta este año alto, e intentará emular a aquella generación del "cochinillo" que ganó la liga 98/99 a las órdenes de José Venancio López: Luis Amado, Orol, Marcelo Serpa, Daniel Ibañes, César, Oscar Jiménez, Alberto Riquer... ¡ahí es nada!... (todos ellos sin excepción siguen jugando a gran nivel). No será ninguna sorpresa ver a la nueva generación que forman Igor, Pipe, Guga, Diego Giustozzi, Carlos, Isco, etc, codeándose con lo más granado de la aristocracia del futbol sala. La clave puede estar en haber cerrado un equipo fichando hombres y no nombres. Personalmente me alegraría mucho verlos ahí arriba, ¡que, aunque nos hayan zurrado, siempre me han caido muy bien y guardo muy agradables recuerdos de Segovia! ¿os cuento por qué?.... ¡vaya pregunta retórica tonta! ¡se me olvidaba que este es el rinconcito en el que doy rienda suelta a mi desbordada imaginación futsalera!... ¡pues claro que lo voy a contar! Además, confío en que podamos repertirlo, porque el recuerdo se remonta a la temporada 97/98 en que viajamos hasta aquellos bonitos parajes los que luego conformaríamos la desnutrida peña "los 3 de segovia"... ¿alguien se imagina cuántos eramos los integrantes?, para asistir a la Copa de España (por entonces sólo la disputaban 4 equipos). En semifinales, Caja Segovia nos cerró el camino (al final terminarían consiguiendo el entorchado de campeón frente al Talavera de Tino Pérez), en un partido pésimo de aquel equipo por entonces capitaneado por Paulo Roberto. Fue la primera vez que nos desplazábamos a ver a nuestro equipo fuera de casa, y aunque perdimos, a partir de entonces, en todos los partidos que jugamos en casa, nunca faltó nuestra pancarta de apoyo en la que escribimos un pareado que terminó resultando premonitorio: "no pasa nada, la liga está ganada". Este año no va a ser tan fácil, pero habrá que intentarlo, ¿no?

En cuanto al partido en sí, con el aparentemente claro 5-1 podría pensarse que no había mucho más que decir. Pero en el futbol sala, ya se sabe, en ocasiones las diferencias en el marcador no son un fiel reflejo de lo que fue, o de lo que no fue y podría haber sido. Lo evidente es que son tres puntos que se esfuman y que viendo la clasificación (hemos cedido el liderazgo provisionalmente al Interviu, pero seguimos en segunda posición), tendremos que ponerle remedio urgente a eso de recoger el balón del interior de nuestra portería, no vaya a ser que a nuestros porteros les entre lumbalgia de tanto agacharse... Vamos, que no puede ser que seamos el equipo más goleado de los ocho primeros de la tabla, cuando el pasado año fue una de las claves del éxito. Esta vez no fue posible remontar el 2-0 que nos habían endosado en la primera parte. Entre otras cosas porque un error garrafal del equipo arbitral supuso la expulsión de Bacaro por doble tarjeta amarilla en la segunda parte, cuando intentábamos la reacción (el grave error consistió en anotarle una primera tarjeta a él cuando se la mostraron a Vinicius). Y ya se sabe que, con la nueva regla de la expulsión por tarjeta roja, el equipo sancionado se queda con un jugador menos durante dos minutos o hasta que se consume la superioridad en un gol. Total: tres a cero y listo papeles, porque un golpe así, por lo inesperado e injusto supone siempre un mazazo muy difícil de superar.

Por esto (y por mucho más... como diría la canción), creo que ya va siendo hora de sacar la primera tarjeta azul de esta temporada. Obviamente se la hemos de mostrar a la nueva chapuza arbitral, a la que, por más que lo intentemos, no termina uno de acostumbrarse: ¿dónde vamos a tener que ir a buscar algún árbitro un poquito decente -no pido mucho- para que dejen de corretear por el parquet esos personajillos con ansias de protagonismo que suelen visitarnos cada fin de semana y que sancionan a golpe de silbato auténticas barbaridades, omitiendo algunas otras?.

Se les podría dedicar una enciclopedia "larús" completa a estos hombrecillos del silbato, pero no merece la pena; se me podrían inflamar seriamente las meninges. Lo mejor sería regalarles a todos y cada uno de ellos el reglamento encuardenado en piel para que consultaran las dudas (supongo que serían infinitas) y supervisar que lo aplican, con mejor o menor fortuna, por supuesto (obviamente, es aceptable la equivocación), pero de forma justa y equitativa (lo que no es aceptable es la diferencia de criterios).

Del resto de la jornada, lo más llamativo, qué duda cabe, son los once chicharros que se llevó de Cartagena el equipo de Carlos Sánchez. Sacando la calculadora y sumando, resulta que en tan solo dos visitas a nuestra Comunidad se han llevado veintiún goles, que se dice pronto. El bueno de Silva (portero de los maños), se va a negar a venir por aquí hasta que se retire. Son de esas cosas que se dan de vez en cuando o de cuando en vez pero, en pro de la igualdad no son deseables estos capazos de goles. Lo ideal para el espectáculo son muchos goles, si, pero repartidos, ¡que viva la equitatividad deportiva y la justa distribución de las glorias deportivas!

Este ideal reparto equilibardo se dió tanto en el duelo gallego entre vigueses y compostelanos, que se llevaron por un ajustado 3-4 los segundos como en el duelo castellonense, entre dos equipos en racha, que terminaron empatando (4-4), como suele suceder en estos encuentros de tanta rivalidad.

También fueron ajustadas las victorias de MRA sobre el Azkar (6-4) y la del Gestesa ante el Martorell (2-1). Los de Lugo no terminan de encontrarse a sí mismos a pesar del sonado plantel que han logrado reunir (pero ya decía al principio que una cosas son nombres y otra distinta los hombres, mucho más en la línea de "equipo"), y Martorell, con la fuga de "cerebros" de este año, puede terminar padeciendo del vértigo que supone estar pendiente de no bajar a Plata. Sería una trayectoria similar a la del clásico Industrias García, cuya rica cantera acabó esquilmada, lo que conllevó el batacazo y la pérdida de categoría.

Para terminar el resumen, el Barcelona dió cuenta con facilidad (3-0) de un Torrejón que se ha desinflado con demasiada rapidez, tras su fulgurante comienzo, con las victorias ante Boomerang en la copa de la comunidad de Madrid y en la cancha cartagenera en la primera jornada. Por fin mojó Javi Rodriguez, aunque fuera en el último minuto, ¿será esto el despertar del adormilado equipo culé y de su rutilante estrella?

Y ya de remate, el Boomerang consiguió superar esa especie de tope goleador en que se había encasillado en este comienzo liguero, con la victoria por 4-1 ante el Móstoles, que es otro que ha ido fichando en los últimos tiempos para aspirar a "grande de España", pero que no encuentra la fórmula mágica. Se demuestra, una vez más, que el dinero no da la felicidad, al menos la deportiva... ¡Y yo que me alegro!